Nuestro miedo más
profundo no es ser incapaces. Nuestro miedo más profundo es que somos
infinitamente poderosos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que más nos
atemoriza. Nos preguntamos a nosotros mismos: ¿y quién soy yo para ser un ser
brillante, maravilloso, talentoso y excepcional?
Tú eres un hijo de Dios.
Si juegas a ser pequeño, no le sirves al mundo. No hay nada luminoso en
disminuirte para que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Todos estamos llamados a brillar, como lo hacen los niños. Nacimos para
manifestar la Gloria de Dios que habita dentro de TODOS nosotros y no sólo en unos cuantos.
De hecho, ¿quién eres
tú para no serlo?
Fotografía de Clayton Haskell tomada de su DOP SHOW REEL Agrego el video que esta bastante inspirador http://vimeo.com/32388102 |
Mientras más permitimos
a nuestra luz interior brillar, inconscientemente, damos a los que nos rodean
el permiso para que ellos hagan lo mismo. Mientras nos liberamos de nuestros
propios miedos, nuestra sola presencia libera a otros automáticamente.
Extracto
de: A Return to Love: Reflections on
the Principles of a Course in Miracles,
Escrito por Marianne
Williamson.